viernes, 6 de mayo de 2016

Consecuncias globales del impacto ambiental.

El ser humano suele ser muy egocéntrico y egoísta. Alguna vez uno de los padres del capitalismo, como lo fue Adam Smith dijo que "el ser humano se mueve siempre acorde a un interés propio" y es cierto.
A veces nos centramos tanto en nuestra aburrida rutina diaria en nuestra jungla de asfalto y no solemos recordar el cómo era la Tierra antes de que esos grandiosos edificios se construyeran o antes de que pudieras acceder a comida y bebida a precios accesibles en cualquier tienda de una esquina.
Dentro de ese egoísmo humano, podemos ver que muchas veces se tiene un concepto equivocado sobre lo que por derecho nos corresponde. Por derecho, podemos disfrutar de los abundantes recursos que nos da la Tierra y está bien, tenemos que sobrevivir después de todo. Sobrevivir no es malo, ¿verdad?
Sin embargo, el verdadero problema comienza cuando esos recursos dejan de verse como algo para supervivencia y se ven como algo explotable para ganar dinero. Y no, no lo malinterpreten, si no se lucrara con los recursos naturales, seguramente yo no estaría aquí, sentado en mi casa de concreto, escribiendo en ésta computadora, sentado en éste cómodo sillón.
La cuestión es decidir hasta qué punto vas a explotar algo. ¿Explotarlo a más no poder para conseguir el máximo capital en el menor tiempo posible? ¿Tirar o desechar recursos u organismos completamente porque no te son útiles para tu proyecto de negocio? ¿No cumplir los reglamentos de ecología y buenas costumbres de la ciudad por ahorrarte unos "pesitos"? ¿O eres un ciudadano o empresario responsable que cumple la ley establecida, buscando siempre la justicia y que busca aprovechar moderadamente los recursos para que éstos se sigan renovando y así seguir ganando dinero constantemente y de una forma que se te asegure seguir produciendo ese capital?
Como se ha mencionado ya en varias ocasiones en otras entradas de éste Blog Ecológico, ese egoísmo es muchas veces el causante de los demás males que se mencionan aquí. Si no hubiera un egoísmo, no estaríamos hablando ahora de un calentamiento global, ni tampoco de una desertificación, o un adelgazamiento de la capa de ozono; sino todo lo contrario, se viviría en una completa utopía, donde ni siquiera se nos pasaría por la cabeza que tales desdichas podrían ocurrir.
Si aún no eres una persona consciente sobre el impacto ambiental (El cual es definido como las actividades humanas en el medio ambiente) positivo o negativo, enlistaré unos cuantos ejemplos para que puedas observar como unas simples conductas dañan todo el entorno en el que vives y los separaré en positivo y negativo.
POSITIVO:
  1. Tirar la basura en su lugar y reciclarla.
  2. Plantar dos árboles cada vez que tires uno.
  3. Consumir lo necesario de cada cosa: agua, electricidad y gas.
  4. Reducir uso del transporte motorizado a menos de que sea necesario.
  5. Dejar de usar tantos aerosoles.
NEGATIVO:
 Haz todo lo contrario a la lista positiva. Puedes tirar la basura donde quieras, acabar con todos los árboles sin plantar nada, gastar a niveles inconmensurables los servicios básicos, usar tu auto hasta para ir con el vecino y bañarte en desodorante en aerosol mientras usas otro aerosol para tu cabello.

El problema con seguir el ejemplo negativo, es que surgirán una serie de CONSECUENCIAS y éstas serán igualmente de carácter negativo.
Si no tiras la basura en su lugar, generarás daño a especies del ecosistema, no se podrá digerir por el ambiente, generarás daños y enfermedades a humanos a tu alrededor (desde tapar una alcantarilla a contaminar todo un río como ocurre en el Río Santiago).
Si acabas igualmente con todos los árboles, terminarás perjudicándote a ti mismo, pues ya no tendrás un purificador natural como lo son los árboles. Terminarás con alimentos naturales como lo son muchos de los frutos que éstos producen y muchos animales que se alimentan de otros que habitan en ellos.
Si generas demasiada gasolina quemada, estarás liberando gases que contribuirán a la creación de un gas invernadero que elevará también la temperatura del planeta. Además de que puedes dañar también la capa de ozono y terminar de evaporar el agua del planeta y morir rostizado también.
Y lo mismo ocurrirá con los aerosoles, el único lugar conocido que es habitable para ti, terminará teniendo una pinta desagradable y terminará siendo inhabitado y la raza humana extinta o escondida en algún lugar protegido de la tierra cual topo.

El asunto aquí es, ¿qué consecuencias quieres? ¿Las positivas o las negativas? Porque la elección, por más cliché que suene, está en nosotros.


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