La deforestación se define como la eliminación, aniquilación o tala excesiva de árboles y plantas dentro de una región en particular. Puede ser tanto inducida por el hombre como natural. En éste caso, nos centraremos por la inducida por el hombre que es la que podemos controlar.
El hombre necesita de las plantas y de los árboles, principalmente por tres razones:
- Los árboles son purificadores: Dentro de su proceso de fotosíntesis, las plantas convierten el dióxido de carbono emitido por los humanos en oxígeno que nosotros podemos respirar tranquilamente.
- Los árboles nos proveen de recursos: gomas, recinas, proteínas y maderas son sólo algunos objetos de extracción de los árboles
- Son hogar de millones de seres vivos: un árbol o una planta en sí es todo un microecosistema. De él se alimentan y se refugian millones de organismos a diario. Si se eliminan las plantas, seguramente los organismos que se alimentan o refugian en ellas terminarán desapareciendo, así como las especies que se alimentan de ellas. El humano se vería afectado tanto social como económicamente con la desaparición de tantos seres vivos en un ecosistema.
En cuanto al segundo punto, es notorio que las plantas son una increíble fuente comercial muy explotable, sin embargo deben de existir algunos reglamentos (que se cumplan, por cierto) para hacer que todos los árboles o plantas usados para extraer recursos sean re-sembrados en alguna otra parte. Así se ayudan ellos al obtener los recursos que necesitan para obtener ganancias, obtienen futuros materiales para seguir ganando dinero y no afectan al ritmo natural del planeta.
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